Iba caminando por una precaria calle donde nadie parecía transitar,
una calle rodeada de campo y soledad, un momento del día taciturno,
iba caminando lento tratando de romper la velocidad que la ciudad impone y
desafiando mis pasos trate de acompañar mis pensamientos.
Cosa difícil retener los flashbacks
neuróticos, impulsivos, contradictorios, egoístas, tristes,
y sobre todos de silencio…
Seguí caminando y el camino comenzaba a hacerse cada vez más borroso
y las huellas de viejos senderos parecían querer perder pisada,
la luz del sol estaba empezando a lacerarse amorosamente
entonces detrás de un árbol vi una sombra pero no tuve miedo,
comencé a acercarme lento y con curiosidad
mantuve distancia cuando pude verla de frente,
era de color gris, no blanca, no negra
rodee el árbol para poder encontrar su verdadera proyección
y en la misma proporción que giraba ella también lo hacia
nunca pudimos enfrentarnos.
Detrás de cada porción de tronco volvía a esconderse
y siempre veía su espalada gris resplandeciente…
Sentí pena, sentí bronca, sentí impaciencia, sentí impotencia,
y mi corazón comenzó a acelerarse casi obsesionadamente
sentí que apenas podía respirar y mis ojos se completaban
de miles de lagrimas entonces caí rendida de rodillas,
apenas pude percibir que solo algunas gotas de luz
quedaban flotando en el atardecer, mire mi reloj
y las agujas giraban al revés y todo parecía ir en cámara lenta…
El flashback tortuoso de tu comportamiento por fin se detuvo en mi cabeza
y el aire que empecé a respirar empezó a embellecerse
con mas entusiasmo me acerque a recostarme en las raíces de
aquel árbol aunque no te pudiera ver ni escuchar…
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